DIARIO
SOBRE LA ENFERMEDAD QUE PADECE
S.E EL LIBERTADOR
SUS PROGRESOS Y DISMINUCIONES
Y
MÉTODO CURATIVO SEGUIDO POR EL MEDICO DE CABECERA
Dr. ALEJANDRO PROSPERO REVEREND
BOLETÍN NÚMERO 1
S.E., llegó a esta ciudad de Santa Marta a las siete y media de la noche, procedente de Sabanilla, en el bergantín nacional “Manuel” y habiendo venido a tierra en una silla de brazos por no poder caminar, le encontré en el estado siguiente: Cuerpo muy flaco y extenuado; el semblante adolorido y una inquietud de ánimo constante. La voz ronca, una tos profunda con esputos viscosos y de color verdoso. El pulso igual pero comprimido. La digestión laboriosa. Las frecuentes impresiones del paciente indicaban padecimientos morales. Finalmente, la enfermedad de S.E me pareció ser de las más graves y mi primera opinión fue que tenía los pulmones dañados. No hubo tiempo de preparar un método formal; solamente se le dieron unas cucharadas d un elixir pectoral compuesto en Barranquilla. Santa Marta, Diciembre 1° de 1830, a las ocho de la noche.- REVEREND
BOLETÍN NÚMERO 2
S.E pasó mala noche, desvelado y tosiendo, principalmente por la madrugada. Tuve más lugar de reconocer el temperamento del paciente, que se puede clasificar entre los bilioso - nerviosos. Además de tener el pescuezo delgado tiene también el pecho contraído, y agregando a estas señales la amarillez de su rostro, opiné que la enfermedad era un catarro pulmonar crónico, tanto más cuanto yo reparaba los esputos de color verdoso. Fue de la misma opinión el Dr. M Night, cirujano de la goleta de guerra "Grampus" de los Estados Unidos, que casualmente se hallaba en esta plaza. A las diez de la mañana conferenciamos el Dr. M Night y yo para arreglar un método curativo, y lo hicimos en estos términos: los remedios pectorales mezclados con los narcóticos y expectorantes, dando al mismo tiempo una pequeña dosis de sulfato de quinina para entonar el estómago. Por alimentos las masas de sagú, pollo y caldo. Diciembre 2, a las ocho de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 3
La noche pasada fue un poco más tranquila, pero siempre con la tos y los mismos esputos. Es de advertir que su S.E tiene mucha repugnancia para tomas los remedio y aún los alimentos lo que se puede atribuir a la desgana que tiene. También debe notarse que duerme solamente dos o tres horas en las primeras de la noche, y el resto lo pasa desvelado y como con pequeños desvaríos. El mismo método, y además el cuarto ventilado, procurando que el pecho y los pies estuvieran cubiertos. Diciembre tres a las ocho de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 4
La noche pasada no fue molesta: esta mañana hubo unos vómitos que S.E atribuyó a una taza de leche de burra, y no continuó tomándola. La misma tos, expectoración y desgana, con todo, el pulso parecido al natural, aunque por la noche se vuelve algo febril. Por la tarde estando presente el Dr. M. Night, se quejó S.E, de un dolor interno correspondiente al hueso esternón: se le aplicó entonces el emplasto de pez de Borgoña en la parte dolorido y se alivió bastante. Los demás, método y alimentos, lo mismo que en los días antecedentes. Diciembre cuatro, a las ocho de la noche. - REVEREND
BOLETÍN NÚMERO 5
La noche pasada no fue buena, y a pesar de seguir con los mismo remedios ya indicados, pasó el día más molesto que los antecedentes. El dolor del pecho le creció y se propagó en el costado derecho; también un poco de hipo; pero no causaba al paciente mucha molestia. El dolor del pecho se curó con una untura anodina, y mediante una píldora calmante se sosegó. El mismo método y los mismos alimentos. S.E volvió a la costumbre de encerrarse. En este día se pensó buscar en el campo n temperamento más fresco y más puro que el de la ciudad; el mismo paciente lo desea con ansia. - REVEREND.
Adición: habiendo tenido que seguir en la goleta "Grampus" el Dr. M. Night de que es cirujano, yo me quedé solo encargado de la asistencia de S.E el Libertador. Diciembre 5 a las nueve de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 6
La noche pasada fue regular mediante la píldora calmante que tomó S.E. El dolor del pecho había desaparecido, y la expectoración era menos. Habiendo S.E manifestado el gran deseo que tenía de ir al campo, y de acuerdo con sus amigos que también opinaban como yo, sería provechoso el aire del campo salió S.E por la tarde para la quinta de San Pedro, donde llegó bastante contento del viaje que decía que le había aprovechado, pues le condujeron en berlina. En fin estaba muy satisfecho, y esta confianza fomentaba las esperanzas de sus amigos. Los mismos remedios y los mismos alimentos. Además se hizo un poco de agua de goma arábiga por tisana común. San Pedro, Diciembre seis, a las nueve de la noche, - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 7
S.E pasó una buena noche y el día contento, alabando mucho la mudanza de temperamento, o más bien el hallarse en el campo. El pulso permaneció siempre regular, y observé poca cantidad de esputos. Además de las medicinas ya indicadas, tomó un baño emoliente tibio y no tuvo novedad: es el mejor día que ha tenido S.E después de su llegada. Diciembre siete, a las ocho de la noche. REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 8
Anoche principió a variar la enfermedad. S.E además del pequeño desvarío que ya se le había notado, estaba bastante amodorrado, tenía la cabeza caliente y los extremos fríos a ratos. La calentura le dio con más fuerza, le entró también el hipo con más frecuencia y con más tesón, pero sin molestar el paciente. La expectoración fue menos y el desvelo más grande. Sin embargo el enfermo disimulaba sus padecimientos, pues estando solo daba algunos quejidos. Se le puso un emplasto anodino narcótico en el epigastrio, y mediante unos remedios antiespasmódicos se sosegó un poco: pero se le observaba de un modo sensible entorpecimiento en el ejercicio de sus facultades intelectuales. Me pareció ser un efecto de la supresión de la expectoración y que la materia morbífica por un movimiento metastástico del pecho subía a la cabeza. Se usaron entonces los remedios refrigerantes en la cabeza, los revulsivos en los extremos inferiores, las frotaciones estimulantes lejos del paraje atacado y finalmente cuantas medicinas podían hacer derribar la congestión en el cerebro. Diciembre ocho a las nueve de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 9
La noche fue bastante molesta; mucho desvelo, poca expectoración: el hipo repitió con bastante fuerza; algún delirio, el pulso más frecuente y apretado, sudor ninguno. Cuando se le preguntada a S.E si tenía algún dolor, siempre contestaba que no, por lo que se conocía que el sistema nervioso estaba atacado. Han seguido los remedios calmantes anodinos y el mismo método que el día anterior. Por alimentos sagú, gelatina y caldos. Diciembre, nueve a las ocho de la mañana. REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 10
A pesar de tener el cuerpo más despejado, le siguió la misma modorra. La lengua ha estado algo trabajosa a ratos. Calor en la cabeza y los extremos fríos. Un pediluvio y las manos puestas en agua tibia restablecieron en equilibrio de los humores. Arrojó algunos esputos de la misma calidad de antes, con sensaciones de dolor al pecho, principalmente hacia al lado izquierdo. Linimentos anodinos en las partes doloridas, y el uso de los revulsivos siempre los mismos. Por la tarde se le recargaron los males, pero solamente de noche se le notó delirio. A pesar de tener algún trabajo en expresarse gozaba enteramente de su juicio. Diciembre nueve, a las nueve de noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 11
Dos o tres horas de sueño en las primeras de la noche y con alguna inquietud. El resto de ella lo pasó S.E desvelado, conversando solo y de consiguiente deliraba. La mayor parte del tiempo era un quejido continuo; pero el paciente siempre contestaba que estaba bueno. No puedo restablecerse la expectoración como antes, de consiguiente tuve más motivo para creer que iba a efectuarse la metastásis. Se continuó el uso de los calmantes y por otra parte los revulsivos. Diciembre 10, a las ocho de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 12
Como de costumbre tenía más despejo de días, por la noche le crecieron los males con más fuerza. De cuando en cuando la misma modorra, pero al despertarse hablaba con serenidad y claridad. Sin embargo, aparecieron los síntomas de congestión en el cerebro. Como S.E es de naturaleza estreñido se le dieron dos píldoras purgantes para evacuarlo, y no le hicieron efecto, a pesar de dos lavativas que se le echaron. Le atacó el hipó de nuevo y tuvo más arqueadas. Un parche anodino le restableció la quietud; pero siguiendo siempre las señales inminentes de una congestión cerebral, se le puso un cáustico o vejigatorio en la nuca a las dos de la tarde, continuando los mismos remedios revulsivos y anodinos. A las ocho y media de la noche se levantó el cáustico, que le había hecho poco efecto, por lo que se le puso otro inmediatamente en el mismo paraje. Bebió el agua de goma por tisana común. Habiendo estado por la tarde más despejado a beneficio del cáustico. S.E hizo sus disposiciones espirituales y temporales con la mayor serenidad, y no le reparé la menor falta en el ejercicio de sus facultades intelectuales, lo que atribuí también al efecto del vejigatorio. Diciembre 10, a las nueve de noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 13
Mediante los vejigatorios en la cabeza, y frotaciones en el espinazo como también los sinapismos en los pies amaneció con menos sopor. Sin embargo la noche fue molesta y con algún delirio. A media noche le entró la calentura con alguna fuerza. S.E tomó cucharadas de una poción antiletárgica que le hizo regular efecto. El hipo no fue tan tenaz; pero siempre seguían los demás síntomas graves. Diciembre 11, a las ocho de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 14
Después de la curación del vejigatorio que levantó regular y que no causó mucho dolor a S.E hubo una deposición copiosa provocada por una lavativa purgante. Los ataques del hipo no fueron tan fuertes ni tan frecuentes. Con todo hubo modorra con calor en la cabeza y fríos en los extremos. Por la tarde S.E tuvo ardor en la orina, se le dio el agua de linaza y un pequeño delirio se notó cerca de las seis: el pulso más frecuente y apurado. Se continuó el mismo método: es decir, refrigerante en la cabeza, frotaciones, estimulantes en el espinazo, sinapismos a los pies, lavativas excitantes, y también una mixtura pectoral incisiva para excitar la expectoración. Diciembre 11, a las ocho de la noche.- REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 15
S.E pasó mala noche, desvariando a menudo. Sin embargo el vejigatorio había purgado algo. El pulso frecuente y más comprimido que nunca; grande exasperación en los síntomas. Orines involuntarios con sensación de ardor. No hubo hipo. Se siguió el mismo método, pero con poco efecto en los resultados, pues amaneció menos despejado que el día anterior. Al curar el vejigatorio se le untó más arriba de la nuca con linimento vesicante de Gondrel: inmediatamente le causó el pequeño dolor que proviene de su aplicación. Diciembre 12, a las ocho de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 16
Desde las ocho de la mañana hasta el medio día tuvo las ideas algo confusas conversando a ratos con alguna serenidad. Por la tarde se despejó y tuvo algunos momentos tranquilos. La tos aumentó y expectoró un poco más; el pulso siempre febril y apretado; fríos en los extremos y calor en la cabeza, el vejigatorio purgó poco, y el linimento vesicante de Gondrel hizo poco efecto. Hubo una deposición provocada por una lavativa. Por agua común la tisana de la semilla de linaza, la mixtura pectoral y los alimentos fueron una o dos tazas de caldo, la gelatina y varias tazas de sagú. La gana de comer es muy poca, y la sed ninguna. Diciembre 12, a las nueve de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 17
La noche del 12 al 13 S.E la pasó con mucha inquietud y desvelo, mudándose a cada rato de la cama a la hamaca y de la hamaca a la cama, con unos quejidos continuos, pero sin poder explicar sus achaques. Orines involuntarios, frecuentes y en poca cantidad. Tos seca y muy a menudo, pero sin expectoración. El pulso frecuente y más blando que ayer, pero más deprimido. La voz algo pesada y la axpresión más trabajosa. El vejigatorio ha purgado. Finalmente S.E está más abatido que los días anteriores. La cabeza siempre calurosa. Refrescos a la cabeza y tisana emoliente por agua común. Sagú por alimento. Diciembre 13, a las ocho de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 18
En este día se han agravado los síntomas de la enfermedad de S.E y aún se ha agregado otra complicación, que es una irritación de los órganos digestivos, pues la lengua, de húmeda que estaba hasta ahora, se ha puesto un poco seca, áspera y colorada en sus orillas. Varias veces ha tenido bascas y aún ha vomitado. La misma confusión en las ideas y aberración de la memoria. Calor en la cabeza pero menos en los días anteriores; el frío en los extremos también ha sido menos. Ha seguido la tos seca sin expectoración, pero con un escupir continuo. Orines involuntarios a veces, aunque no muy frecuente. El semblante muy abatido. El pulso por la tarde fue suave; pero es de advertir que esa disposición no es constante. No se ha quejado tanto S.E pero tampoco ha explicado sus dolencias. Las sensaciones están como entorpecidas. Refrescar la cabeza, llamar el calor a los extremos, calmar la tos con agua musilaginosa ha sido el método de hoy, y el sagú por alimento. El vejigatorio ha purgado poco. Diciembre 13, a las nueve de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 19
La noche del día 13 al 14 S.E ha tenido un poco de descanso, efecto de un julepe anodino, y untura emoliente en el pecho. Desde las doce hasta las seis de la mañana durmió sin despertarse, y por consiguiente sin toser. Sin embargo sigue el entorpecimiento en las sensaciones; la lengua está más húmeda y menos irritada; la voz ronca, y mientras dormía el pecho le silbaba: hay siempre incontinencia de orina. El pulso está menos frecuente y algo blando. El vejigatorio ha purgado algo; después de haberlo curado S.E ha tenido una basca y un vómito. Tisana pectoral, untura anodina en el pecho y sagú por alimento. Diciembre 14 a las once de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 20
El Libertador va empeorando más. El pulso, de regular que estaba a las ocho, se ha vuelto deprimido. Los extremos se mantienen fríos. Un sopor casi continuo se ha apoderado de S.E. El semblante está más abatido, y pronostica la proximidad de la muerte. Tose muy poco y nada expectora. Fortificantes y estimulantes al exterior. Diciembre 14, a las once de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 21
S.E sigue en el mismo estado de postración, y aún peor. Poco a poco se le van agotando las fuerzas vitales. Decúbito en las espaldas, coma vigil, el facíes algo hipocrático, el sopor lo mismo la respiración estertorosa, palabras balbucientes y frío excesivo en los extremos, son los síntomas que tiene el enfermo. Ninguna esperanza nos queda. Siempre se usan los fortificantes interior y exteriormente. Sagú con vino es el alimento que puede pasar. Diciembre 14, a la una y media de la tarde. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 22
S.E sigue siempre declinado. Los únicos remedios que se usan son los fortificantes. El sopor permanece lo mismo que los demás síntomas expresados en el boletín anterior número 21. Diciembre 14, a las cuatro de la tarde. REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 23
S.E sigue en el mismo estado de postración. Sin embargo ha crecido de un modo sensible los síntomas expresados en los dos boletines antecedentes. El pulso está siempre deprimido, los extremos fríos, las palabras balbucientes, etc., pero el hipo no ha sido tan a menudo esta noche. El vejigatorio purga poco, y tiene la llaga un color blanquisco. Se sigue el mismo método, es decir fortificantes al exterior y al interior, sinapismos y untura anodina en el pecho. Sagú con vino por alimento. Diciembre 14, a las nueve de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 24
S.E se halla casi lo mismo, con la diferencia que los síntomas han perdido algo de su fuerza. Así es, el calor ha vuelto a los extremos, el pulso está menos deprimido, etc. Además ha arrojado algunos esputos. A pesar de las pocas esperanzas, siguen siempre los fortificantes y alimentos nutritivos, como el sagú con vino. Diciembre 15, a las seis de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 25
S.E sigue lo mismo y aún le vuelve a ratos el hipo. Está siempre con el mismo desvarío. La tos se ha vuelto seca, y no esputa casi nada. La lengua seca en su centro. El pulso menos blando. Sin embargo el frío en los extremos no ha vuelto como ayer. Medicamento pectoral. Sagú por alimento cada dos horas. Diciembre 15, a la una de la tarde. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 26
El estado de S.E es siempre crítico. El mismo desvarío, palabras balbucientes, semblante más decaído, estupor en el rostro, orines en pequeña cantidad; voz ronca, la lengua algo seca, poca expectoración. Las fuerzas vitales estimuladas por el arte no bastan para tanta complicación, y por consiguiente hay muy poca, y por mejor decir, ninguna esperanza de conservar la vida de S.E, el Libertador. Sin embargo siguen los remedios pectorales, y unturas anodinas en el pecho; refrescos en la cabeza, y frotaciones espirituosas en los extremos. Sagú por alimento. Diciembre 15, a las cinco de la tarde. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 27
Vuelven a agravarse los síntomas peligrosos de que he hablado antes en los últimos boletines. Ha vuelto el hipo a menudo, la cabeza se ha puesto calurosa, el frío ha invadido otra vez los extremos, por consiguiente ha resultado el desvarío continuado que S.E tiene desde esta tarde. La voz se ha puesto más ronca y las palabras balbucientes. Nada de despejo en todo el día. El pecho no se afloja, aunque la tos no es mucha. Los orines son pocos. Refrescos en la cabeza, dos ventosas en la espalda y dos vejigatorios en las pantorrillas; el de la nuca ha purgado poco. Se le dieron dos cucharadas de una poción antiespasmódica, y se contuvo el hipo. Tisana pectoral incisiva por agua común. Se le pusieron dos lavativas. Por alimento una taza de sagú cada dos horas. Diciembre 15, a las nueve de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 28
Los síntomas de S.E se están exasperando por momentos. El desvarío continúa, los orines están parados, el hipo no cede, los extremos muy fríos. El semblante ha vuelto a ponerse hipocrático. El pulso está miserable. ¡Nunca había llegado S.E a tan sumo grado de postración! Frotaciones espirituosas en los extremos, poción antiespasmódica, una cucharada de un cordial. Desde las nueve de la noche no había tomado alimento. Se le prepara actualmente un poco de sagú con vino. Diciembre 16, a la una de la madrugada. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 29
Por los muchos estimulantes y fortificantes se sostiene la vida de S.E. Ha vuelto un poco de calor a los extremos, el pulso no está tan decaído, pero vuelvo ha decirlo, es solo el estímulo de los remedios. Aún no se han curado los vejigatorios, pues habiéndoselos quitado a media noche el mismo paciente, fue necesario reponérselos. Frotaciones espirituosas en los extremos, antiespasmódicos al interior, son los remedios que se le están haciendo. El sagú con vino por alimento. Diciembre 16, a las seis de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 30
S.E va siempre declinado y si vuelven las fuerzas vitales a sobresalir alguna vez, es para decaerse un rato después; finalmente es la lucha externa de la vida con la muerte. El vejigatorio de la nuca ha purgado bastante; pero los que se pusieron anoche en las pantorrillas han hecho muy poco efecto. Los orines se han suprimido. Siguen siempre las frotaciones espirituosas en los extremos, las bebidas antiespasmódicas, unturas emolientes, y lavativas. Sagú cada dos horas. Diciembre 16, a la una de la tarde. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 31
Todos los síntomas de la enfermedad de S.E han vuelto a exasperarse; además se le ha notado otro síntoma malo, y es que ha hecho orines ensangrentados. La respiración es más trabajosa, y apenas han purgado los vejigatorios, principalmente los de las pantorrillas. Frotaciones espirituosas en los extremos, antiespasmódicos al interior, etc. Sagú por alimento. Diciembre 16, a las nueve de la noche. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 32
Todos los síntomas están llegando al último grado de intensidad; el pulso en el mayor decaimiento; el tácis está más hipocrático que antes; en fin, la muerte está próxima. Frotaciones estimulantes, cordiales y sagú. Los vejigatorios han purgado muy poco. Diciembre 17, a las siete de la mañana. - REVEREND.
BOLETÍN NÚMERO 33
Desde las ocho hasta la una del día que ha fallecido S.E el Libertador, todos los síntomas han señalado más y más la proximidad de la muerte. Respiración anhelosa, pulso apenas sensible, cara hipocrática, supresión total de orines, etc. A las doce empezó el ronquido, y a la una en punto expiró el Excmo. Señor Libertador, después de una agonía larga pero tranquila. San Pedro, Diciembre 17, a la una del día. - REVEREND.
Es copia: fecha a la una y media de la tarde. Cepeda, Secretario.
Es copia: Cartagena, enero 12 de 1831.
El Secretario de la Prefectura.
JUAN BAUTISTA CALCAÑO
domingo
sábado
El Doctor Reverend
Retrato del Doctor Alejandro
Próspero Reverend, ya en su madurez.
Cedido por el Profesor Héctor Reverend Pacheco.
Esta nota transcrita textualmente, nos fue facilitada por el Dr. Héctor Reverend Pacheco y pertenece a su archivo familiar:
“En febrero de 1.796 nació en Falaise (Normandía)1 Alejandro Próspero Reverend. Estudió en el Liceo de Caen. En 1.814 se alistó como soldado en un cuerpo de caballería del ejército de Napoleón y participó en la desgraciada campaña del Loire de 1.820. Radicado en París, estudió medicina. Partidario ardiente de las ideas republicanas y creyéndose inseguro en Francia, se dirigió a Colombia y arribó a Santa Marta en 1.824. Allí fue médico del hospital militar, miembro de la Junta de Sanidad, Cirujano mayor del ejército en 1.830, año en que llegó el Libertado enfermo a Santa Marta cuando Reverend se encargó de asistirlo. Del 1 al 17 de diciembre publicó treinta y tres boletines relativos al Libertador, y tres horas después de muerto este hizo su autopsia. Después, en 1.838, desempeñó en Santa Marta el consulado de Francia.
En 1.842, cuando fueron repatriados los restos de Bolívar a Reverend le tocó identificarlos. En 1.866 publicó en Francia una colección de documentos titulada: La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar Libertador de Colombia y del Perú. En 1.867 se acuño en Venezuela una medalla con esta inscripción: “Congreso de 1.867. Venezuela agradecida a A Próspero Reverend”. Más tarde se le condecoró con el busto del Libertador y se le asignó una pensión.
Regresaba de París cuando murió en Santa Marta el 1 de diciembre de 1.881, a los 811 años de una vida consagrada a los más bellos ideales“.
En abril 27 de 1.938 el Sr. Charles Gautier, Cónsul de Francia en Santa Marta, le envía una carta a la Sta. Doña María Teresa Reverend que dice: “Como se lo he prometido tengo el placer de remitir a Ud dos retratos de su abuelo Doctor Reverend, el más apagado es el que trajo de su último viaje que hizo para Francia en la ciudad de Fecamp1 donde nació, el otro es un facsimille que se hizo para acompañar el pasaporte que trajo y que le he remitido al Sr. Gobernador Goenaga para depositarlo en San Pedro Alejandrino cuando se trasladaron los restos del Dr. Reverend al pié del altar de la quinta. Que estos retratos sean para Ud y sus padres un recuerdo precioso por haber sido su abuelo el médico del Libertador el Gran héroe Simón Bolívar. Reciba Ud los respetuosos saludos de su servidor, Charles Gautier”. (transcrito del original).
En la última parte del escrito titulado “Detalles muy interesantes ocurridos entre el Libertador y su médico de cabecera” del Dr. Reverend narra sus conversaciones con el Libertador y dejó claro el estado mental del enfermo en el curso de su enfermedad. Dejó escrito que después de la entrevista privada con el obispo Estévez, tienen una conversación que termina con la frase famosa “¡Cómo saldré yo de este laberinto!”.
Además el Dr. Reverend dejó claro para la historia que el General Mariano Montilla en su momento gobernador de la provincia de Cartagena, le solicitó que presentara la cuenta de su asistencia al General Bolívar; el se negó y dijo: “nunca pensé ni pienso sacar una recompensa pecuniaria de mi asistencia al Libertador. Qué más premio que el honor insigne de haber sido su médico?”. Por otra parte fue notorio que los gobiernos de Colombia nunca le expresaron sus agradecimientos y se negaron a conferirle un título de Cirujano Mayor del Ejército Ad Honorem que el General Montilla había solicitado se tramitara. El gobierno de Venezuela, tardíamente le manifestó sus agradecimientos y lo premió con condecoraciones y con una pensión! (año de 1.867).
“En febrero de 1.796 nació en Falaise (Normandía)1 Alejandro Próspero Reverend. Estudió en el Liceo de Caen. En 1.814 se alistó como soldado en un cuerpo de caballería del ejército de Napoleón y participó en la desgraciada campaña del Loire de 1.820. Radicado en París, estudió medicina. Partidario ardiente de las ideas republicanas y creyéndose inseguro en Francia, se dirigió a Colombia y arribó a Santa Marta en 1.824. Allí fue médico del hospital militar, miembro de la Junta de Sanidad, Cirujano mayor del ejército en 1.830, año en que llegó el Libertado enfermo a Santa Marta cuando Reverend se encargó de asistirlo. Del 1 al 17 de diciembre publicó treinta y tres boletines relativos al Libertador, y tres horas después de muerto este hizo su autopsia. Después, en 1.838, desempeñó en Santa Marta el consulado de Francia.
En 1.842, cuando fueron repatriados los restos de Bolívar a Reverend le tocó identificarlos. En 1.866 publicó en Francia una colección de documentos titulada: La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar Libertador de Colombia y del Perú. En 1.867 se acuño en Venezuela una medalla con esta inscripción: “Congreso de 1.867. Venezuela agradecida a A Próspero Reverend”. Más tarde se le condecoró con el busto del Libertador y se le asignó una pensión.
Regresaba de París cuando murió en Santa Marta el 1 de diciembre de 1.881, a los 811 años de una vida consagrada a los más bellos ideales“.
En abril 27 de 1.938 el Sr. Charles Gautier, Cónsul de Francia en Santa Marta, le envía una carta a la Sta. Doña María Teresa Reverend que dice: “Como se lo he prometido tengo el placer de remitir a Ud dos retratos de su abuelo Doctor Reverend, el más apagado es el que trajo de su último viaje que hizo para Francia en la ciudad de Fecamp1 donde nació, el otro es un facsimille que se hizo para acompañar el pasaporte que trajo y que le he remitido al Sr. Gobernador Goenaga para depositarlo en San Pedro Alejandrino cuando se trasladaron los restos del Dr. Reverend al pié del altar de la quinta. Que estos retratos sean para Ud y sus padres un recuerdo precioso por haber sido su abuelo el médico del Libertador el Gran héroe Simón Bolívar. Reciba Ud los respetuosos saludos de su servidor, Charles Gautier”. (transcrito del original).
En la última parte del escrito titulado “Detalles muy interesantes ocurridos entre el Libertador y su médico de cabecera” del Dr. Reverend narra sus conversaciones con el Libertador y dejó claro el estado mental del enfermo en el curso de su enfermedad. Dejó escrito que después de la entrevista privada con el obispo Estévez, tienen una conversación que termina con la frase famosa “¡Cómo saldré yo de este laberinto!”.
Además el Dr. Reverend dejó claro para la historia que el General Mariano Montilla en su momento gobernador de la provincia de Cartagena, le solicitó que presentara la cuenta de su asistencia al General Bolívar; el se negó y dijo: “nunca pensé ni pienso sacar una recompensa pecuniaria de mi asistencia al Libertador. Qué más premio que el honor insigne de haber sido su médico?”. Por otra parte fue notorio que los gobiernos de Colombia nunca le expresaron sus agradecimientos y se negaron a conferirle un título de Cirujano Mayor del Ejército Ad Honorem que el General Montilla había solicitado se tramitara. El gobierno de Venezuela, tardíamente le manifestó sus agradecimientos y lo premió con condecoraciones y con una pensión! (año de 1.867).
1. En estos documentos hay incongruencias en cuanto al lugar y fecha del nacimiento del Dr. Reverend.
EL LIBERTADOR Y SU MÉDICO EL Dr. REVEREND
EL LIBERTADOR Y SU MÉDICO EL Dr. REVEREND
LA HISTORIA CLÍNICA Y LA AUTOPSIA DE SIMÓN BOLIVAR
Comprender los vaivenes de la mente con base en cambios anatómicos sutiles explorados apenas con la luz del ojo humano nunca ha sido posible y tal vez nunca lo sea, pero ello no prohibe breves incursiones en razonamientos lógicos. Del mismo modo tratar de encontrar la causa de la muerte de quien hace 175 años yace en la inmortalidad siempre será un intento atrevido y por ello pedimos su comprensión, amigo lector y a cambio le garantizamos que sus dudas, que este breve análisis no disiparán, son también las nuestras.
“El último rostro es el rostro con el que te recibe la muerte”
Tomado de Alvaro Mutis
(...)
Tan pronto llegó a la casa de la Aduana lo atendió el Doctor Alejandro Próspero Reverend, el médico francés de Santa Marta, quien se dio cuenta de que había empezado a morir desde hacía años. Por la languidez del cuello, la contracción del pecho y la amarillez del rostro pensó que la causa mayor eran los pulmones dañados. El Doctor Reverend y el Doctor Night no se pusieron de acuerdo, el primero estaba convencido de una lesión pulmonar y el segundo que era un paludismo crónico. El día 6 lo llevaron al campo, a la quinta de San Pedro Alejandrino. La primera noche durmió bien y al día siguiente restablecido de sus dolores hizo un recorrido por los trapiches y el día 10 completamente despejada su mente dictó cartas, hizo testamento y dictó su última proclama. Lo visitó el obispo Estévez a puerta cerrada durante 14 minutos. El obispo salió descompuesto, se va y no vuelve a visitarlo ni asiste al entierro. Que sucedió? Nadie lo supo. Después le dice a su servidor José Palacios “carajos. Cómo voy a salir de este laberinto?”. Poco después en uno de sus delirios le dice a su servidor “vámonos, vámonos… esta gente no nos quiere en esta tierra… vámonos muchachos… lleven mi equipaje a bordo de la fragata… “.
Esta vivencia debemos ampliarla, pero en lugar de intentarlo nosotros preferimos transcribir un corto fragmento de “El General en su laberinto” (1.989) de Gabriel García Márquez, quien a su vez la tomó del Doctor Reverend (1886): “No me imaginé que esta vaina fuera tan grave como para pensar en los santos óleos”, le dijo. “Yo, que no tengo la felicidad de creer en la vida del otro mundo”. “No se trata de eso”, dijo Reverend. “Lo que está demostrado es que el arreglo de los asuntos de la conciencia le infunde al enfermo un estado de ánimo que le facilita mucho la tarea del médico”.
“El general no le prestó atención a la maestría de la respuesta, porque lo estremeció la revelación deslumbrante de que la loca carrera entre sus males y sus sueños llegaba en aquel instante a la meta final. El resto eran las tinieblas”.
“Carajos”, suspiró. “Cómo voy a salir de este laberinto!”
“Examinó el aposento con la clarividencia de sus vísperas, y por primera vez vio la verdad: la última cama prestada, el tocador de lástima cuyo turbio espejo de paciencia no lo volvería a repetir, el aguamanil de porcelana descarchada con el agua y la toalla y el jabón para otras manos, la prisa sin corazón del reloj octogonal desbocado hacia la cita ineludible del 17 de diciembre a la una y siete minutos de su tarde final. Entonces cruzó los brazos contra el pecho y empezó a oir las voces radiantes de los esclavos cantando la salvé de las seis en los trapiches, y vió por la ventana el diamante de Venus en el cielo que se iba para siempre, las nieves eternas, la enredadera nueva cuyas campánulas amarillas no vería florecer el sábado siguiente en la casa cerrada por el duelo, los últimos fulgores de la vida que nunca más, por los siglos de los siglos, volvería a repetirse”.
Más tarde sufrió una recaída súbita de la cual no se volvió a recuperar. Después se extinguió lentamente su vida, turbadas sus facultades mentales eran frecuentes el desvarío y los delirios y murió a la 1 de la tarde del día 17 de diciembre a los 47 años de edad, rodeado de su médico, sus amigos y su séquito de militares.
El Doctor Reverend llevaba un “Diario sobre la enfermedad que padeció S.E. El Libertador.
Sus progresos, disminuciones y método curativo seguido por el médico de cabecera Dr. Alejandro Próspero Reverend”. Escribió 33 boletines desde el 1 al 17 de diciembre de 1830, que se pueden resumir así:
No. 1- Diciembre 1: Muy flaco y extenuado. La voz ronca, una tos profunda con esputos viscosos. Una inquietud de ánimo constante.
No. 3- Diciembre 3: Duerme muy poco, 2 a 3 horas las primeras de la noche, el resto desvelado y con desvaríos.
No. 4- Diciembre 4: Tos, expectoración y fiebre; come muy poco.
No. 8- Diciembre 8: Tiene fiebre, hipo amodorrado, entorpecimiento de sus facultades intelectuales.
No. 9- Diciembre 9: Tiene fiebre, hipo, delirio en la noche, trabajo para expresarse.
No. 11 al 12- Diciembre 10: En la noche peor, “síntomas de congestión en el cerebro”. Hipo, tos, expectoración. Disposiciones espirituales y temporales con serenidad y sin fallas en facultades intelectuales.
No. 15 al 16- Diciembre 12: Hipo, tos, fiebre, delirio. Aparece incontinencia de orina, que persistirá. Confusión mental fluctuante.
No.17 al 18- Diciembre 13: Inquieto, incontinencia de orina, se agrava en el día, náuseas, vómito, tos, ya no expectora, muy abatido, sensaciones entorpecidas, confuso, “aberración de la memoria”.
No. 19 al 21- Diciembre 14: Sigue confuso, torpeza de sensaciones, incontinencia, facies hipocrática, sopor.
No. 22 al 27- Diciembre 15: Persiste estuporoso, balbucea, muy poca comida, confuso, hipo, extremidades frías, confuso, “desvaría continuamente”, balbucea, escaso alimento.
No. 28 al 30- Diciembre 16: Peor, en anuria, postrado, confuso, sigue delirando con disnea y pulso débil.
No. 32 al 33- Diciembre 17: Facies hipocrática, estuporoso, respiración anhelosa. A las 12 m ronquido y expira a la 1 pm.
A las 4 pm el Dr. Reverend realizó la autopsia del Libertador por el significado que este documento tiene para nuestra historia de la medicina ya que todo parece indicar que es el primer estudio postmortem publicado en Colombia de un caso de tuberculosis que compromete el sistema nervioso, transcribimos su texto literalmente:
Protocolo de la autopsia del Libertador
El 17 de diciembre de 1.830, a las 4 de la tarde, en presencia de los señores generales beneméritos Mariano Montilla y José Laurencio Silva, habiéndose hecho la inspección del cadáver en una de las salas de habitación de San Pedro, en donde falleció S.E. el General Bolívar, ofreció las características siguientes:
1. Habitud del cuerpo. Cadáver a los dos tercios de marasmo, descolorimiento universal, tumefacción en la región del sacro, músculos muy poco descoloridos, consistencia natural.
2. Cabeza. Los vasos de la aracnoides en su mitad posterior ligeramente inyectados, las desigualdades y circunvoluciones del cerebro recubiertas por una materia parduzca de consistencia y transparencia gelatinosa, un poco de serosidad semiroja bajo la dura-máter; el resto del cerebro y cerebelo no ofrecieron en su substancia ningún signo patológico.
3. Pecho. De los dos lados posterior y superior estaban adheridas las pleuras pulmonares a las pleuras costales por producciones semimembranosas; endurecimiento en los dos tercios superiores de cada pulmón; el derecho casi desorganizado presentó un manantial abierto de color de las heces del vino, jaspeado de algunos tubérculos de diferentes tamaños, no muy blandos; el izquierdo, aunque menos desorganizado, ofreció la misma afección tuberculosa, y dividiéndola con el escalpelo se descubrió una concreción calcárea irregularmente angulosa de tamaño de una pequeña avellana. Abierto el resto de los pulmones con el instrumento, derramó un moco pardusco que por la presión se hizo espumoso. El corazón no ofreció nada particular, aunque bañado en un líquido ligeramente verdoso, contenido en el pericardio.
4. Abdomen. El estómago, dilatado por un licor amarillento de que estaban fuertemente impregnadas sus paredes, no presentó sin embargo ninguna lesión ni flogosis; los intestinos delgados estaban ligeramente meteorizados; la vejiga enteramente vacía y pegada bajo el pubis, no ofreció ningún carácter patológico. El hígado de un volumen considerable, estaba un poco escoriado en su superficie convexa; la vejiga de hiel muy extendida; las glándulas mesentéricas obstruidas;
el bazo y los riñones en buen estado. Las vísceras del abdómen en general no sufrían lesiones graves.
Según este examen es fácil reconocer que la enfermedad de que ha muerto S.E. el Libertador era en su principio un catarro pulmonar, que habiendo sido descuidado pasó al estado crónico y consecutivamente degeneró en tisis tuberculosa.
San Pedro, Diciembre 17 de 1.830, a las ocho de la noche.
Alejandro Próspero Reverend”
Tomado fielmente del original
El cadáver fue trasladado a la casa de la Aduana en Santa Marta, la misma que habitó a su llegada y allí fue embalsamado por el mismo Dr. Reverend. El general Mariano Montilla dispuso el entierro lo mejor posible el cual se realizó el día 20, con la asistencia de su séquito de militares, sus pocos amigos, los veteranos de la independencia y la población de Santa Marta.
Fue enterrado en una humilde bóveda en la catedral, sin distinción alguna que le pusiera el gobierno. Allí permaneció durante 12 años. En 1.842 el gobierno de Venezuela quiso reparar las ofensas infligidas al Libertador y trasladó sus restos a Caracas. Se hizo un magnífico funeral y quedó colocada la urna de sus restos en una capilla de la catedral en un hermoso monumento.
Sólo la muerte se atrevió a ignorar que Su Excelencia era inmortal.
LA HISTORIA CLÍNICA Y LA AUTOPSIA DE SIMÓN BOLIVAR
Comprender los vaivenes de la mente con base en cambios anatómicos sutiles explorados apenas con la luz del ojo humano nunca ha sido posible y tal vez nunca lo sea, pero ello no prohibe breves incursiones en razonamientos lógicos. Del mismo modo tratar de encontrar la causa de la muerte de quien hace 175 años yace en la inmortalidad siempre será un intento atrevido y por ello pedimos su comprensión, amigo lector y a cambio le garantizamos que sus dudas, que este breve análisis no disiparán, son también las nuestras.
“El último rostro es el rostro con el que te recibe la muerte”
Tomado de Alvaro Mutis
(...)
Tan pronto llegó a la casa de la Aduana lo atendió el Doctor Alejandro Próspero Reverend, el médico francés de Santa Marta, quien se dio cuenta de que había empezado a morir desde hacía años. Por la languidez del cuello, la contracción del pecho y la amarillez del rostro pensó que la causa mayor eran los pulmones dañados. El Doctor Reverend y el Doctor Night no se pusieron de acuerdo, el primero estaba convencido de una lesión pulmonar y el segundo que era un paludismo crónico. El día 6 lo llevaron al campo, a la quinta de San Pedro Alejandrino. La primera noche durmió bien y al día siguiente restablecido de sus dolores hizo un recorrido por los trapiches y el día 10 completamente despejada su mente dictó cartas, hizo testamento y dictó su última proclama. Lo visitó el obispo Estévez a puerta cerrada durante 14 minutos. El obispo salió descompuesto, se va y no vuelve a visitarlo ni asiste al entierro. Que sucedió? Nadie lo supo. Después le dice a su servidor José Palacios “carajos. Cómo voy a salir de este laberinto?”. Poco después en uno de sus delirios le dice a su servidor “vámonos, vámonos… esta gente no nos quiere en esta tierra… vámonos muchachos… lleven mi equipaje a bordo de la fragata… “.
Esta vivencia debemos ampliarla, pero en lugar de intentarlo nosotros preferimos transcribir un corto fragmento de “El General en su laberinto” (1.989) de Gabriel García Márquez, quien a su vez la tomó del Doctor Reverend (1886): “No me imaginé que esta vaina fuera tan grave como para pensar en los santos óleos”, le dijo. “Yo, que no tengo la felicidad de creer en la vida del otro mundo”. “No se trata de eso”, dijo Reverend. “Lo que está demostrado es que el arreglo de los asuntos de la conciencia le infunde al enfermo un estado de ánimo que le facilita mucho la tarea del médico”.
“El general no le prestó atención a la maestría de la respuesta, porque lo estremeció la revelación deslumbrante de que la loca carrera entre sus males y sus sueños llegaba en aquel instante a la meta final. El resto eran las tinieblas”.
“Carajos”, suspiró. “Cómo voy a salir de este laberinto!”
“Examinó el aposento con la clarividencia de sus vísperas, y por primera vez vio la verdad: la última cama prestada, el tocador de lástima cuyo turbio espejo de paciencia no lo volvería a repetir, el aguamanil de porcelana descarchada con el agua y la toalla y el jabón para otras manos, la prisa sin corazón del reloj octogonal desbocado hacia la cita ineludible del 17 de diciembre a la una y siete minutos de su tarde final. Entonces cruzó los brazos contra el pecho y empezó a oir las voces radiantes de los esclavos cantando la salvé de las seis en los trapiches, y vió por la ventana el diamante de Venus en el cielo que se iba para siempre, las nieves eternas, la enredadera nueva cuyas campánulas amarillas no vería florecer el sábado siguiente en la casa cerrada por el duelo, los últimos fulgores de la vida que nunca más, por los siglos de los siglos, volvería a repetirse”.
Más tarde sufrió una recaída súbita de la cual no se volvió a recuperar. Después se extinguió lentamente su vida, turbadas sus facultades mentales eran frecuentes el desvarío y los delirios y murió a la 1 de la tarde del día 17 de diciembre a los 47 años de edad, rodeado de su médico, sus amigos y su séquito de militares.
El Doctor Reverend llevaba un “Diario sobre la enfermedad que padeció S.E. El Libertador.
Sus progresos, disminuciones y método curativo seguido por el médico de cabecera Dr. Alejandro Próspero Reverend”. Escribió 33 boletines desde el 1 al 17 de diciembre de 1830, que se pueden resumir así:
No. 1- Diciembre 1: Muy flaco y extenuado. La voz ronca, una tos profunda con esputos viscosos. Una inquietud de ánimo constante.
No. 3- Diciembre 3: Duerme muy poco, 2 a 3 horas las primeras de la noche, el resto desvelado y con desvaríos.
No. 4- Diciembre 4: Tos, expectoración y fiebre; come muy poco.
No. 8- Diciembre 8: Tiene fiebre, hipo amodorrado, entorpecimiento de sus facultades intelectuales.
No. 9- Diciembre 9: Tiene fiebre, hipo, delirio en la noche, trabajo para expresarse.
No. 11 al 12- Diciembre 10: En la noche peor, “síntomas de congestión en el cerebro”. Hipo, tos, expectoración. Disposiciones espirituales y temporales con serenidad y sin fallas en facultades intelectuales.
No. 15 al 16- Diciembre 12: Hipo, tos, fiebre, delirio. Aparece incontinencia de orina, que persistirá. Confusión mental fluctuante.
No.17 al 18- Diciembre 13: Inquieto, incontinencia de orina, se agrava en el día, náuseas, vómito, tos, ya no expectora, muy abatido, sensaciones entorpecidas, confuso, “aberración de la memoria”.
No. 19 al 21- Diciembre 14: Sigue confuso, torpeza de sensaciones, incontinencia, facies hipocrática, sopor.
No. 22 al 27- Diciembre 15: Persiste estuporoso, balbucea, muy poca comida, confuso, hipo, extremidades frías, confuso, “desvaría continuamente”, balbucea, escaso alimento.
No. 28 al 30- Diciembre 16: Peor, en anuria, postrado, confuso, sigue delirando con disnea y pulso débil.
No. 32 al 33- Diciembre 17: Facies hipocrática, estuporoso, respiración anhelosa. A las 12 m ronquido y expira a la 1 pm.
A las 4 pm el Dr. Reverend realizó la autopsia del Libertador por el significado que este documento tiene para nuestra historia de la medicina ya que todo parece indicar que es el primer estudio postmortem publicado en Colombia de un caso de tuberculosis que compromete el sistema nervioso, transcribimos su texto literalmente:
Protocolo de la autopsia del Libertador
El 17 de diciembre de 1.830, a las 4 de la tarde, en presencia de los señores generales beneméritos Mariano Montilla y José Laurencio Silva, habiéndose hecho la inspección del cadáver en una de las salas de habitación de San Pedro, en donde falleció S.E. el General Bolívar, ofreció las características siguientes:
1. Habitud del cuerpo. Cadáver a los dos tercios de marasmo, descolorimiento universal, tumefacción en la región del sacro, músculos muy poco descoloridos, consistencia natural.
2. Cabeza. Los vasos de la aracnoides en su mitad posterior ligeramente inyectados, las desigualdades y circunvoluciones del cerebro recubiertas por una materia parduzca de consistencia y transparencia gelatinosa, un poco de serosidad semiroja bajo la dura-máter; el resto del cerebro y cerebelo no ofrecieron en su substancia ningún signo patológico.
3. Pecho. De los dos lados posterior y superior estaban adheridas las pleuras pulmonares a las pleuras costales por producciones semimembranosas; endurecimiento en los dos tercios superiores de cada pulmón; el derecho casi desorganizado presentó un manantial abierto de color de las heces del vino, jaspeado de algunos tubérculos de diferentes tamaños, no muy blandos; el izquierdo, aunque menos desorganizado, ofreció la misma afección tuberculosa, y dividiéndola con el escalpelo se descubrió una concreción calcárea irregularmente angulosa de tamaño de una pequeña avellana. Abierto el resto de los pulmones con el instrumento, derramó un moco pardusco que por la presión se hizo espumoso. El corazón no ofreció nada particular, aunque bañado en un líquido ligeramente verdoso, contenido en el pericardio.
4. Abdomen. El estómago, dilatado por un licor amarillento de que estaban fuertemente impregnadas sus paredes, no presentó sin embargo ninguna lesión ni flogosis; los intestinos delgados estaban ligeramente meteorizados; la vejiga enteramente vacía y pegada bajo el pubis, no ofreció ningún carácter patológico. El hígado de un volumen considerable, estaba un poco escoriado en su superficie convexa; la vejiga de hiel muy extendida; las glándulas mesentéricas obstruidas;
el bazo y los riñones en buen estado. Las vísceras del abdómen en general no sufrían lesiones graves.
Según este examen es fácil reconocer que la enfermedad de que ha muerto S.E. el Libertador era en su principio un catarro pulmonar, que habiendo sido descuidado pasó al estado crónico y consecutivamente degeneró en tisis tuberculosa.
San Pedro, Diciembre 17 de 1.830, a las ocho de la noche.
Alejandro Próspero Reverend”
Tomado fielmente del original
El cadáver fue trasladado a la casa de la Aduana en Santa Marta, la misma que habitó a su llegada y allí fue embalsamado por el mismo Dr. Reverend. El general Mariano Montilla dispuso el entierro lo mejor posible el cual se realizó el día 20, con la asistencia de su séquito de militares, sus pocos amigos, los veteranos de la independencia y la población de Santa Marta.
Fue enterrado en una humilde bóveda en la catedral, sin distinción alguna que le pusiera el gobierno. Allí permaneció durante 12 años. En 1.842 el gobierno de Venezuela quiso reparar las ofensas infligidas al Libertador y trasladó sus restos a Caracas. Se hizo un magnífico funeral y quedó colocada la urna de sus restos en una capilla de la catedral en un hermoso monumento.
Sólo la muerte se atrevió a ignorar que Su Excelencia era inmortal.
ELAM
En Filas de Mariche Edo. Miranda
Presidente Chávez inauguró Escuela Latinoamericana de Medicina
Futuros galenos se formarán como médicos integrales comunitarios. Nueva visión de atención médica basada en lo humano y fundamentada en lo preventivo. La Escuela Reverend, recibirá para su primera cohorte a más de 600 alumnos.
Minci
15 Abril 2007, 08:14 PM
El Presidente Evo Morales estuvo presente en la inauguración El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, explicó que proyectos sociales como la Escuela Latinoamericana de Medicina Dr. Alejandro Próspero Reverend (ELAM) constituyen el epicentro del proyecto revolucionario, que no es otro que el bienestar de la humanidad. "Todo lo económico y político tiene que derivar en lo social, en el ser humano", aseveró Chávez durante la inauguración de la ELAM, en horas de la noche de este domingo en Filas de Miraches, estado Miranda, evento en el que estuvo acompañado por el primer mandatario boliviano Evo Morales. Estudiantes procedentes de Bolivia, Cuba y Brasil, que suman 280, conforman los grupos más numerosos de estudiantes. El ministro del Poder Popular para la Educación Superior (MES), Luis Acuña, precisó que 123 estudiantes bolivianos y 58 estudiantes procedentes de Brasil, cursarán estudios de Medicina Comunitaria, en dicha escuela. Más tarde, el presidente Chávez agregó que el mandatario cubano Fidel Castro le comunicó que de esa nación se integrarían 100 estudiantes. El ministro Acuña indicó que cursarán estudios en la ELAM 16 estudiantes procedentes de Chile, 33 de Colombia, 18 de Ecuador, 27 de Paraguay, 40 de Perú, 11 del Salvador, 11 de Surinam y seis de Uruguay. El titular del MES refirió que la Escuela tiene capacidad para 640 alumnos internos, la cual será ampliada a partir del mes de octubre del año en curso a 800 cupos. Del mismo modo, destacó que la instalación está dotada con laboratorios de informática y ciencias básicas, dormitorios, bibliotecas, transporte, comedores, gimnasio cubierto, miniteatro, canchas deportivas, entre otros servicios para los estudiantes. David Calami, estudiante boliviano, quien habló a los presentes en nombre de los estudiantes, celebró la iniciativa que significa la ELAM como oportunidad de formación.Junto a sus compañeros dio vivas a la integración latinoamericana y a los presidentes de Venezuela, Bolivia y Cuba. El Viceministro de Salud de Cuba, Aldo Muñoz, con pocas palabras resumió lo importante de este nuevo perfil de formación del médico que se busca en la ELAM. Explicó que se busca formar un médico con alto nivel profesional y técnico, pero también con calidad humana, que participe con la comunidad en la solución de sus problemas. El presidente de Bolivia, Evo Morales, en su intervención destacó el avance que significa para la solidaridad latinoamericana la inauguración de esta escuela y aprovechó la oportunidad para agradecer, también, la ayuda prestada a Bolivia por el gobierno de Cuba en el área de salud. Destacó su admiración porque la nación a la que calificó como la más agredida por el imperio estadounidense es una de las primeras del continente en el campo de la solidaridad. El acto fue cerrado con las palabras del mandatario anfitrión, Hugo Chávez Frías, quien recordó el pensamiento y la actitud como médico y ser humano de Alejandro Próspero Reverend, quien atendió al Libertador Simón Bolívar durante su agonía y muerte en Santa Marta, Colombia. El evento contó con un detalle inesperado, la presencia del médico Alberto Granado, famoso por acompañar al revolucionario Ernesto "Ché" Guevara en su viaje de exploración por Suramerica en 1951, recorrido que formaría su conciencia para luego sumarse a la revolución cubana. Tema que dio origen a la película "Diarios de Motocicleta". Granado vivió un tiempo en Venezuela donde contrajo matrimonio con la venezolana Delia Duque; vive en Cuba desde 1961.
Presidente Chávez inauguró Escuela Latinoamericana de Medicina
Futuros galenos se formarán como médicos integrales comunitarios. Nueva visión de atención médica basada en lo humano y fundamentada en lo preventivo. La Escuela Reverend, recibirá para su primera cohorte a más de 600 alumnos.
Minci
15 Abril 2007, 08:14 PM
El Presidente Evo Morales estuvo presente en la inauguración El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, explicó que proyectos sociales como la Escuela Latinoamericana de Medicina Dr. Alejandro Próspero Reverend (ELAM) constituyen el epicentro del proyecto revolucionario, que no es otro que el bienestar de la humanidad. "Todo lo económico y político tiene que derivar en lo social, en el ser humano", aseveró Chávez durante la inauguración de la ELAM, en horas de la noche de este domingo en Filas de Miraches, estado Miranda, evento en el que estuvo acompañado por el primer mandatario boliviano Evo Morales. Estudiantes procedentes de Bolivia, Cuba y Brasil, que suman 280, conforman los grupos más numerosos de estudiantes. El ministro del Poder Popular para la Educación Superior (MES), Luis Acuña, precisó que 123 estudiantes bolivianos y 58 estudiantes procedentes de Brasil, cursarán estudios de Medicina Comunitaria, en dicha escuela. Más tarde, el presidente Chávez agregó que el mandatario cubano Fidel Castro le comunicó que de esa nación se integrarían 100 estudiantes. El ministro Acuña indicó que cursarán estudios en la ELAM 16 estudiantes procedentes de Chile, 33 de Colombia, 18 de Ecuador, 27 de Paraguay, 40 de Perú, 11 del Salvador, 11 de Surinam y seis de Uruguay. El titular del MES refirió que la Escuela tiene capacidad para 640 alumnos internos, la cual será ampliada a partir del mes de octubre del año en curso a 800 cupos. Del mismo modo, destacó que la instalación está dotada con laboratorios de informática y ciencias básicas, dormitorios, bibliotecas, transporte, comedores, gimnasio cubierto, miniteatro, canchas deportivas, entre otros servicios para los estudiantes. David Calami, estudiante boliviano, quien habló a los presentes en nombre de los estudiantes, celebró la iniciativa que significa la ELAM como oportunidad de formación.Junto a sus compañeros dio vivas a la integración latinoamericana y a los presidentes de Venezuela, Bolivia y Cuba. El Viceministro de Salud de Cuba, Aldo Muñoz, con pocas palabras resumió lo importante de este nuevo perfil de formación del médico que se busca en la ELAM. Explicó que se busca formar un médico con alto nivel profesional y técnico, pero también con calidad humana, que participe con la comunidad en la solución de sus problemas. El presidente de Bolivia, Evo Morales, en su intervención destacó el avance que significa para la solidaridad latinoamericana la inauguración de esta escuela y aprovechó la oportunidad para agradecer, también, la ayuda prestada a Bolivia por el gobierno de Cuba en el área de salud. Destacó su admiración porque la nación a la que calificó como la más agredida por el imperio estadounidense es una de las primeras del continente en el campo de la solidaridad. El acto fue cerrado con las palabras del mandatario anfitrión, Hugo Chávez Frías, quien recordó el pensamiento y la actitud como médico y ser humano de Alejandro Próspero Reverend, quien atendió al Libertador Simón Bolívar durante su agonía y muerte en Santa Marta, Colombia. El evento contó con un detalle inesperado, la presencia del médico Alberto Granado, famoso por acompañar al revolucionario Ernesto "Ché" Guevara en su viaje de exploración por Suramerica en 1951, recorrido que formaría su conciencia para luego sumarse a la revolución cubana. Tema que dio origen a la película "Diarios de Motocicleta". Granado vivió un tiempo en Venezuela donde contrajo matrimonio con la venezolana Delia Duque; vive en Cuba desde 1961.
Escuela Latinoamericana de Medicina
En el Edo. Miranda
Escuela Latinoamericana de Medicina comenzará con 412 estudiantes
Un total de 412 estudiantes latinoamericanos iniciarán formalmente actividades en la Escuela Latinoamericana de Medicina Alejandro Próspero Reverend (ELAM), ubicada en Filas de Mariche, estado Miranda.
Véase también:
Presidente Chávez inauguró Escuela Latinoamericana de Medicina
ABN
15 Abril 2007, 08:20 PM
Un total de 412 estudiantes latinoamericanios iniciarán formalmente actividades en la Escuela Latinoamericana de Medicina Alejandro Próspero Reverend (ELAM), ubicada en Filas de Mariche, estado Miranda. Así lo dio a conocer el viceministro de Políticas Estudiantiles del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior (MES), Henry Gómez, antes de la inauguración de la referida institución por parte del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías. El viceministro explicó que los jóvenes provienen de diversos países de América Latina, fundamentalmente de Brasil, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Nicaragua, Ecuador, Panamá, Uruguay, entre otros. Señaló que esta escuela tiene sus antecedentes en la Escuela de Medicina de Cuba donde se han formado millares de latinoamericanos para prestar un servicio social a sus comunidades. Dijo: "acá estamos fundamentalmente recibiendo a estudiantes tradicionalmente excluidos del sistema escolar, estudiantes que de otra manera no podrían cursar esta importante carrera vital para el desarrollo de los pueblos y países latinoamericanos". Gómez destacó que estos estudiantes contarán con todas las condiciones y servicios indispensables para su desempeño estudiantil, como lo es la alimentación, transporte, servicio médico, recreativo y biblioteca. Puntualizó "esperamos que realmente la contribución futura que estos ciudadanos puedan dar al desarrollo de los pueblos sea vital para que puedan alcanzar su verdadera independencia económica, política y social".
Escuela Latinoamericana de Medicina comenzará con 412 estudiantes
Un total de 412 estudiantes latinoamericanos iniciarán formalmente actividades en la Escuela Latinoamericana de Medicina Alejandro Próspero Reverend (ELAM), ubicada en Filas de Mariche, estado Miranda.
Véase también:
Presidente Chávez inauguró Escuela Latinoamericana de Medicina
ABN
15 Abril 2007, 08:20 PM
Un total de 412 estudiantes latinoamericanios iniciarán formalmente actividades en la Escuela Latinoamericana de Medicina Alejandro Próspero Reverend (ELAM), ubicada en Filas de Mariche, estado Miranda. Así lo dio a conocer el viceministro de Políticas Estudiantiles del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior (MES), Henry Gómez, antes de la inauguración de la referida institución por parte del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías. El viceministro explicó que los jóvenes provienen de diversos países de América Latina, fundamentalmente de Brasil, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Nicaragua, Ecuador, Panamá, Uruguay, entre otros. Señaló que esta escuela tiene sus antecedentes en la Escuela de Medicina de Cuba donde se han formado millares de latinoamericanos para prestar un servicio social a sus comunidades. Dijo: "acá estamos fundamentalmente recibiendo a estudiantes tradicionalmente excluidos del sistema escolar, estudiantes que de otra manera no podrían cursar esta importante carrera vital para el desarrollo de los pueblos y países latinoamericanos". Gómez destacó que estos estudiantes contarán con todas las condiciones y servicios indispensables para su desempeño estudiantil, como lo es la alimentación, transporte, servicio médico, recreativo y biblioteca. Puntualizó "esperamos que realmente la contribución futura que estos ciudadanos puedan dar al desarrollo de los pueblos sea vital para que puedan alcanzar su verdadera independencia económica, política y social".
domingo
Alejandro Próspero Révèrénd - Bicentenario
No tengo más título que el de haber sido el último médico de Simón Bolívar, el Genio de América.
Alejandro Próspero Révèrénd
En este que transcurre del noventa y seis tendente ya a finalizar se están cumpliendo doscientos años del nacimiento de Alejandro Próspero Revérénd.Había nacido en la ciudad de Falaise (Francia), el 14 de noviembre de 1796. Hijo de padre militar. En 1815 ingresa al Ejército francés.En el año de 1824, Alejandro Próspero Revérénd, motivado por 'sus ideas revolucionarias', abandona Francia, su país de origen. Y en ese mismo año, arriba a Santa Marta (Colombia). En la ciudad de Cartagena legaliza su condición de médico y 'bien pronto entra a desempeñar cargos dependientes del Ejecutivo y del Ejército. Sus contactos principales los tiene con el general Mariano Montilla, que fue su protector en Magdalena y Cartagena'. Todas estas circunstancias, tan oportunas, favorecen al notable galeno, 'venido de lejanas tierras', para que uniese su nombre al de Bolívar en sus días postreros, en Santa Marta, cuando entra al servicio del Héroe, como su médico de cabecera. Revérénd contaba treinta y cuatro años de edad.En 1847, Revérénd es invitado a que venga a Venezuela por el Ilustre Americano, general Guzmán Blanco. El ilustre galeno acepta la invitación del presidente Guzmán, y en el mes de marzo de ese año, ya Revérénd se halla en Caracas, donde es recibido apoteósicamente.El día 27 del mismo mes de marzo, hace llegar al general Guzmán el cálculo extraído de uno de los pulmones del Libertador, en la autopsia hecha de su cadáver. 'Al visitar la ciudad natal del Libertador Simón Bolívar dice Revérénd en la misiva dirigida al general Guzmán y hallándome en edad muy avanzada, debo desprenderme de una prenda de inestimable aprecio que poseo, para presentarla al Gobierno de esta República, única llamada a reservarla después de mis días. Esta prenda es una concreción fosfática calcárea, hallada por mí en uno de los pulmones del Libertador al verificar la autopsia de su cadáver (...)De los honores que el general Guzmán Blanco dispensó a su eximio huésped, durante su permanencia en Caracas, cabe mencionar el otorgamiento del diploma de Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana, expedídole el 20 de abril del mismo año 74; y el conferimiento de la medalla del Busto del Libertador Simón Bolívar, dispuesto por nota participativa de fecha 11 de septiembre del año 74, en la cual le dice: 'Señor Doctor Alejandro Próspero Revérénd Me es satisfactorio participar a Ud. que el Ciudadano Presidente de la República, se ha servido conferirle la distinción de la medalla del Busto del Libertador Simón Bolívar, el hijo ilustre de Caracas y Libertador de Venezuela, de Colombia, del Ecuador, del Perú y de Bolivia, verdadero héroe y fundador de la Independencia Sudamericana. Esta medalla, más noble que pudiera en la República concederse, es un premio a los grandes servidores y distinción a todo mérito relevante (...). 'No encuentro palabras propias manifiesto Revérénd para expresar al Ilustre Americano, digno jefe de este país, la gratitud que siento por tanta munificencia'.Hay una carta de Revérénd, fechada en Caracas el 16 de abril de 1874, dirigida a Jesús Muñoz Tébar, ministro de Estado en el Despacho de Fomento, en la que anúnciale el envío de 600 ejemplares de su monografía acerca de la enfermedad del Libertador.Revérénd le dice: 'tuve la gloria de asistir como médico a aquel Grande Hombre, en la enfermedad que arrebató su preciosa existencia, hasta que exhaló el último suspiro' (...)Noble de corazón. Lealísimo. Obsecuente hasta la hora final de su existencia, Revérénd, ese francés ejemplar a quien hoy venimos a recordar en el bicentenario de su nacimiento, sintió por el Padre de nuestras Patrias, la más profunda y la más honda de las admiraciones que puedan sentirse.Alejandro Próspero Revérénd muere de manera repentina en la ciudad de Barranquilla (Colombia), el 1o de diciembre de 1881. Sus restos, que estuvieron algún tiempo extraviados, reposan en el Oratorio de la capilla de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta. Están allí las cenizas del médico 'que recogió el último aliento del Libertador, y consoló y alivió su postrera agonía'...El 1° de diciembre actual, se han cumplido 115 años de su fallecimiento. ¿Se le ha tributado al abnegado médico de cabecera del Libertador, algún homenaje?, hasta ahora, ninguno.A la hora de su muerte, Revérénd tenía 85 años de edad.
EL UNIVERSAL - Caracas, jueves 02 de enero, 1997
Alejandro Próspero Révèrénd
Por: Pedro García Lopenza
En este que transcurre del noventa y seis tendente ya a finalizar se están cumpliendo doscientos años del nacimiento de Alejandro Próspero Revérénd.Había nacido en la ciudad de Falaise (Francia), el 14 de noviembre de 1796. Hijo de padre militar. En 1815 ingresa al Ejército francés.En el año de 1824, Alejandro Próspero Revérénd, motivado por 'sus ideas revolucionarias', abandona Francia, su país de origen. Y en ese mismo año, arriba a Santa Marta (Colombia). En la ciudad de Cartagena legaliza su condición de médico y 'bien pronto entra a desempeñar cargos dependientes del Ejecutivo y del Ejército. Sus contactos principales los tiene con el general Mariano Montilla, que fue su protector en Magdalena y Cartagena'. Todas estas circunstancias, tan oportunas, favorecen al notable galeno, 'venido de lejanas tierras', para que uniese su nombre al de Bolívar en sus días postreros, en Santa Marta, cuando entra al servicio del Héroe, como su médico de cabecera. Revérénd contaba treinta y cuatro años de edad.En 1847, Revérénd es invitado a que venga a Venezuela por el Ilustre Americano, general Guzmán Blanco. El ilustre galeno acepta la invitación del presidente Guzmán, y en el mes de marzo de ese año, ya Revérénd se halla en Caracas, donde es recibido apoteósicamente.El día 27 del mismo mes de marzo, hace llegar al general Guzmán el cálculo extraído de uno de los pulmones del Libertador, en la autopsia hecha de su cadáver. 'Al visitar la ciudad natal del Libertador Simón Bolívar dice Revérénd en la misiva dirigida al general Guzmán y hallándome en edad muy avanzada, debo desprenderme de una prenda de inestimable aprecio que poseo, para presentarla al Gobierno de esta República, única llamada a reservarla después de mis días. Esta prenda es una concreción fosfática calcárea, hallada por mí en uno de los pulmones del Libertador al verificar la autopsia de su cadáver (...)De los honores que el general Guzmán Blanco dispensó a su eximio huésped, durante su permanencia en Caracas, cabe mencionar el otorgamiento del diploma de Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana, expedídole el 20 de abril del mismo año 74; y el conferimiento de la medalla del Busto del Libertador Simón Bolívar, dispuesto por nota participativa de fecha 11 de septiembre del año 74, en la cual le dice: 'Señor Doctor Alejandro Próspero Revérénd Me es satisfactorio participar a Ud. que el Ciudadano Presidente de la República, se ha servido conferirle la distinción de la medalla del Busto del Libertador Simón Bolívar, el hijo ilustre de Caracas y Libertador de Venezuela, de Colombia, del Ecuador, del Perú y de Bolivia, verdadero héroe y fundador de la Independencia Sudamericana. Esta medalla, más noble que pudiera en la República concederse, es un premio a los grandes servidores y distinción a todo mérito relevante (...). 'No encuentro palabras propias manifiesto Revérénd para expresar al Ilustre Americano, digno jefe de este país, la gratitud que siento por tanta munificencia'.Hay una carta de Revérénd, fechada en Caracas el 16 de abril de 1874, dirigida a Jesús Muñoz Tébar, ministro de Estado en el Despacho de Fomento, en la que anúnciale el envío de 600 ejemplares de su monografía acerca de la enfermedad del Libertador.Revérénd le dice: 'tuve la gloria de asistir como médico a aquel Grande Hombre, en la enfermedad que arrebató su preciosa existencia, hasta que exhaló el último suspiro' (...)Noble de corazón. Lealísimo. Obsecuente hasta la hora final de su existencia, Revérénd, ese francés ejemplar a quien hoy venimos a recordar en el bicentenario de su nacimiento, sintió por el Padre de nuestras Patrias, la más profunda y la más honda de las admiraciones que puedan sentirse.Alejandro Próspero Revérénd muere de manera repentina en la ciudad de Barranquilla (Colombia), el 1o de diciembre de 1881. Sus restos, que estuvieron algún tiempo extraviados, reposan en el Oratorio de la capilla de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta. Están allí las cenizas del médico 'que recogió el último aliento del Libertador, y consoló y alivió su postrera agonía'...El 1° de diciembre actual, se han cumplido 115 años de su fallecimiento. ¿Se le ha tributado al abnegado médico de cabecera del Libertador, algún homenaje?, hasta ahora, ninguno.A la hora de su muerte, Revérénd tenía 85 años de edad.
EL UNIVERSAL - Caracas, jueves 02 de enero, 1997
Alejandro Próspero Révèrénd
Nace en Falaise (Francia) en 1796.
Muere en Santa Marta (Colombia) el 01.12.1881.
Cirujano Mayor del Ejército Republicano y médico de cabecera de Simón Bolívar. Ha pasado a la posteridad como el médico que atendió al Libertador en su lecho de muerte. Estudió bachillerato en el liceo francés de Caen. En Amiens (Francia), se aventuró sin éxito como húsar napoleónico (soldado de Caballería); trasladándose en 1820 a París. Acerca de sus estudios en la capital francesa es poco lo que se sabe. Sin embargo, según algunas investigaciones-no confirmadas-se presume que adquirió sus conocimientos de medicina, al desempeñarse como Oficial de Salud en las escuelas creadas por la Revolución Francesa. En 1824, por razones políticas hubo de expatriarse, eligiendo desde entonces a Colombia como segunda patria.
El 24 de julio de 1824 llegó a Santa Marta, lugar donde se radicó. A los pocos meses fue nombrado por el Ayuntamiento, médico de la ciudad a condición de que se incorporara a la Facultad de Medicina Nacional, lo que hizo en 1825 al presentar exámenes en la Universidad de Cartagena ante un jurado compuesto por los doctores Dionisio Araujo, Juan Manuel Vega e Ignacio Carreño, tras lo cual se le expidió credencial para el libre ejercicio de la profesión en la República. De regreso a Santa Marta tomó posesión del cargo de Médico de ciudad e instaló un negocio farmacéutico. Antes de conocer al Libertador, desempeñó los cargos de miembro de la Junta de Sanidad de la provincia y Médico Cirujano del hospital militar; en 1830 el general Mariano Montilla lo utilizó provisionalmente como Cirujano Mayor del ejército republicano en ocasión de la revuelta de Río Hacha. En 1846, Reverend fracasó, primero ante el Presidente de Colombia y luego ante el Congreso de Venezuela, en la búsqueda del reconocimiento de dicho título. El general Mariano Montilla fue quien llamó a Reverend para que se encargara de la asistencia del Libertador, tan pronto éste desembarcó en Santa Marta, la noche del 1 de diciembre de 1830. De acuerdo con los testimonios de la época, los 17 días previos a la muerte del Libertador, fueron de entrega total por parte del médico francés, no aceptando remuneraciones de ningún tipo. Los 33 boletines redactados por Alejandro Próspero Reverend y el protocolo de la autopsia, constituyen el único testimonio histórico y médico de la enfermedad y muerte de Simón Bolívar, causada según su opinión por "Tisis Pulmonar".
Luego de la muerte del Libertador, Reverend pasó en Colombia el resto de su vida. Ya octogenario, vivió algún tiempo en París. En 1842, participó en la identificación de los restos del Libertador, cuando fuero trasladados a Caracas. Por decreto del Congreso de Venezuela firmado por el entonces presidente Juan Crisóstomo Falcón, le fue otorgado en 1867, una medalla de oro y diamantes, un donativo de 10.000 pesos y el disfrute de por vida, del sueldo íntegro de Cirujano Mayor del Ejército Libertador. En 1874, el presidente Antonio Guzmán Blanco, lo invitó a Caracas, y junto con otro reconocimiento pecuniario, le expidió el Diploma de Ilustre Prócer de la Independencia y lo condecoró con el Busto del Libertador; en retribución, Reverend obsequió a Venezuela el nódulo calcáreo encontrado por él en el pulmón izquierdo, durante la autopsia del Libertador. Murió en Santa Marta, Colombia, el 01 de Diciembre de 1881.
Muere en Santa Marta (Colombia) el 01.12.1881.
Cirujano Mayor del Ejército Republicano y médico de cabecera de Simón Bolívar. Ha pasado a la posteridad como el médico que atendió al Libertador en su lecho de muerte. Estudió bachillerato en el liceo francés de Caen. En Amiens (Francia), se aventuró sin éxito como húsar napoleónico (soldado de Caballería); trasladándose en 1820 a París. Acerca de sus estudios en la capital francesa es poco lo que se sabe. Sin embargo, según algunas investigaciones-no confirmadas-se presume que adquirió sus conocimientos de medicina, al desempeñarse como Oficial de Salud en las escuelas creadas por la Revolución Francesa. En 1824, por razones políticas hubo de expatriarse, eligiendo desde entonces a Colombia como segunda patria.
El 24 de julio de 1824 llegó a Santa Marta, lugar donde se radicó. A los pocos meses fue nombrado por el Ayuntamiento, médico de la ciudad a condición de que se incorporara a la Facultad de Medicina Nacional, lo que hizo en 1825 al presentar exámenes en la Universidad de Cartagena ante un jurado compuesto por los doctores Dionisio Araujo, Juan Manuel Vega e Ignacio Carreño, tras lo cual se le expidió credencial para el libre ejercicio de la profesión en la República. De regreso a Santa Marta tomó posesión del cargo de Médico de ciudad e instaló un negocio farmacéutico. Antes de conocer al Libertador, desempeñó los cargos de miembro de la Junta de Sanidad de la provincia y Médico Cirujano del hospital militar; en 1830 el general Mariano Montilla lo utilizó provisionalmente como Cirujano Mayor del ejército republicano en ocasión de la revuelta de Río Hacha. En 1846, Reverend fracasó, primero ante el Presidente de Colombia y luego ante el Congreso de Venezuela, en la búsqueda del reconocimiento de dicho título. El general Mariano Montilla fue quien llamó a Reverend para que se encargara de la asistencia del Libertador, tan pronto éste desembarcó en Santa Marta, la noche del 1 de diciembre de 1830. De acuerdo con los testimonios de la época, los 17 días previos a la muerte del Libertador, fueron de entrega total por parte del médico francés, no aceptando remuneraciones de ningún tipo. Los 33 boletines redactados por Alejandro Próspero Reverend y el protocolo de la autopsia, constituyen el único testimonio histórico y médico de la enfermedad y muerte de Simón Bolívar, causada según su opinión por "Tisis Pulmonar".
Luego de la muerte del Libertador, Reverend pasó en Colombia el resto de su vida. Ya octogenario, vivió algún tiempo en París. En 1842, participó en la identificación de los restos del Libertador, cuando fuero trasladados a Caracas. Por decreto del Congreso de Venezuela firmado por el entonces presidente Juan Crisóstomo Falcón, le fue otorgado en 1867, una medalla de oro y diamantes, un donativo de 10.000 pesos y el disfrute de por vida, del sueldo íntegro de Cirujano Mayor del Ejército Libertador. En 1874, el presidente Antonio Guzmán Blanco, lo invitó a Caracas, y junto con otro reconocimiento pecuniario, le expidió el Diploma de Ilustre Prócer de la Independencia y lo condecoró con el Busto del Libertador; en retribución, Reverend obsequió a Venezuela el nódulo calcáreo encontrado por él en el pulmón izquierdo, durante la autopsia del Libertador. Murió en Santa Marta, Colombia, el 01 de Diciembre de 1881.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)